Era el 31 de octubre de 1982, coincidiendo con la muerte de Santa Teresa de Jesús, cuando Juan Pablo II besaba por primera vez tierra española. A lo largo de su pontificado, el Papa viajero,
como se le conocía, visitaría en cinco ocasiones nuestro país. La primera fue la más larga de todas y la quinta, de apenas dos días de duración, sucedió los días 3 y 4 de mayo de 2003. Sólo viajó a Madrid, donde le recibieron más de un millón de personas, y se reunió con cerca de un millón de jóvenes en la base aérea de Cuatro Vientos. Los papas Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos en una ceremonia histórica y multitudinaria, el pasado me de abril.